Hace un par de semanas hemos querido realizar una clase de Matemáticas muy especial en el parque del Ansar.
El paseo hasta el Ansar lo hemos hecho por el Camino Real, para hablar de aspectos del municipio, que habíamos trabajado en clase.
Nos hemos detenido en los torreones, para ver y comprobar cómo funcionaban de torre defensiva, y cómo controlaban el paso de mercancías hacia la meseta.
Hemos observado las casonas, que flanquean esta senda, con sus magestuosos escudos.
Y una vez en el parque, nos hemos dividido en equipos, organizado la tarea, y puesto manos a la obra.
Lo primero que había que hacer era recoger dos docenas de hojas, pero antes de hacerlo se debía planificar, decidiendo de antemano, cuántas hojas iba a coger cada uno. Es decir, hacer un reparto.
Acabada la primera tarea, había que hacer una segunda: Medir el contorno de un árbol de distintas formas.
En pies,
en pasos,
rodeándolos con nuestros brazos
Y con el metro.
En este punto surgen las primeras dificultades que debemos solventar. Y es que en algunos casos el metro no nos llegaba, así que tuvimos que pensar cómo medirlo.
Lo que se nos ocurrió es usar más de un metro, y así juntos podíamos medir cualquier árbol, sólo había que ajustarlos bien.
Una vez finalizada la tarea...
Tuvimos tiempo para jugar.